jueves, 26 de diciembre de 2013

Muse - Origin Of Symmetry

2001 - Origin Of Symmetry - Muse
A

New Born
Bliss
Space Dementia
Hyper Music
Plug In Baby
Citizen Erased
Micro Cuts
Screenager
Darkshines
Feeling Good
Megalomania

Mejor canción: Cualquiera de las marcadas en rojo

Me pregunto cómo se imaginaba la gente hace 40, 50 o 60 años que sería la música del futuro, y más específicamente el rock. ¿Acaso creían que se seguirían al pie y hasta el fin de los tiempos las mismas pautas establecidas por Elvis Presley, Little Richard, Chuck Berry y los demás arquetipos rocanroleros? ¿Sería una amalgama multicultural y exuberante como la que consiguió Arcade Fire a inicios de este siglo? ¿Continuaría el rock progresivo estableciendo y rompiendo nuevos límites en la estructura de la canción y el álbum? ¿O predominaría la música electrónica construida a base de máquinas? 

Supongo que más de uno vislumbró al menos una idea aproximada al sonido que en algún momento Muse puso sobre la mesa: un space rock —por llamarlo de alguna forma— que aprovecha y mezcla lo mejor de las más disímbolas corrientes musicales, llámese blues, rock clásico, progresivo, psicodélico, el rock de estadios à la Queen y, por qué no, música clásica. 

Pero este trío de excelentes músicos no se conformó con sólo revolver un montón propuestas y estilos ajenos, sino que confeccionó su propio sello que los diferenció de inmediato del resto de las bandas británicas, e incluso de Radiohead, con quienes se les comparaba hasta la náusea. Caso curioso, aparte de la voz, el único paralelismo que encuentro entre ambos grupos es uno muy favorable: Origin Of Symmetry es para Muse y su debut Showbiz, lo que The Bends es para Radiohead y su primer vástago, Pablo Honey. Es decir, representa un salto cuántico en lo que refiere al nivel compositivo que hace palidecer a su predecesor inmediato.

En este disco, las composiciones de Matt Bellamy se elevaron al cubo. Durante poco más de 50 minutos los tipos roquean como los mil demonios, pero siempre con la dosis justa de decibeles e intercalando pasajes apacibles que logran un gran equilibrio con las canciones más contundentes. Con elegancia y sin caer en excesos, Bellamy y compañía hallaron la forma de conjugar instrumentos tradicionales con las nuevas tecnologías de estudio, lo cual se traduce en un sonido único.

Para 2001, la era del internet había comenzado ya. La aldea global era un concepto que se había cristalizado y tomado forma en redes informáticas, mundos virtuales y personas interconectadas a miles de kilómetros de distancia. Mientras que en OK Computer Thom Yorke plasmaba sus preocupaciones sobre la globalización de una forma mucho más sutil y abstracta, en Origin Of Symmetry Matt tomó un ángulo mucho más dramático y directo, que insinúa un férreo gusto del compositor por la literatura cyber punk. 

Desde el inicio, con "New Born" —que consolida la tradición de abrir cada disco de Muse con un rolón de antología—, queda clara la dirección del disco: una abrumadora avalancha de sonido que raya en la sobreproducción; Matt canta desesperado sobre los efectos nocivos del ingente flujo de información y los estímulos sensoriales disponibles para cualquiera a un par de clics de distancia. La línea de bajo es monstruosa. La combinación de sintetizadores y arpegios de piano se erige inquietante. Un riff de guitarra asesino nos indica que el apocalipsis ha iniciado. Bellamy es el reverendo, pero su intención no es redimirnos, sino hacerle saber a cada hombre y mujer que nuestra especie está condenada al cadalso. 


"Bliss" seduce al instante con su cascada de notas cristalinas, y al son de balada nos habla sobre ese terrible sentimiento de envidiar la paz mental de quien ignora los peligros del deshumanizado mundo moderno. El trío sube de nuevo el volumen en la enérgica "Hyper Music", en la potentísima y explosiva "Plug In Baby" (homenaje a Bach incluido) así como en la muy sombría "Citizen Erased", que es algo así como su propia "Paranoid Android". 

Matt exhibe una buena dosis de virtuosismo tras el piano en cortes como "Space Dementia" y la cuasi marcha fúnebre llamada "Megalomania", en las que deja al descubierto toda su influencia de pianistas rusos clásicos, dotada de letras conspiracionistas-paranoides-alienígenas y el adjetivo que ud. guste. 

Del lado de las canciones más accesibles, está ese clásico instantáneo que es el tremendo cover a "Feeling Good". Tampoco se pueden pasar por alto las potentísimas "Microcuts" "Darkshines", o la sedante "Screenager", hasta la fecha uno de los experimentos más afortunados de la banda.

Origin Of Symmetry es un disco sin fisuras, abundante en clásicos. Si bien su sucesor, Absolution, está casi a la misma altura y fue el disco con el que Muse ganó más reconocimiento masivo, esta segunda placa suya ha demostrado ser hasta ahora una cima creativa y compositiva insuperable para sí mismos. 


«Please stop asking me to describe»

4 comentarios:

  1. Discarro, qué pena que Muse se hayan poperizado, pero quizás todos los grupos tienden a hacer lo mismo.

    Un saludo y me alegro de tu vuelta amigo.

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    1. Pienso que siempre fueron lo suficientemente accesibles como para colocar sencillos en la radio, pero sí, sus últimos discos en definitiva son mucho más accesibles y han ido en ligero declive.

      Gracias, un saludo.

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  2. Creo que coincidimos mucho en la opinión sobre este disco, igual Bliss y Plug In Baby son mis favoritas del disco, ¿Recuerdas cuando tenías tu otro blog y yo a penas conocía dos o 3 discos de Muse? Pues ahora ya me escuché la discografía completa de principio a fin, mis favoritos siguen siendo este y el Absolution, el primero también me gustó bastante, pero sin duda los últimos tres ya no son lo mismo, aunque también me gustan, en fin regresando a este disco, yo creo que es un disco que trasciende, espero que mas tarde se le rinda tributo como debe, en verdad es un disco como muchas influencias como bien lo mencionas y algo así como una fusión de todos los sonidos de hace 30-40 años, excelente reseña como siempre,

    saludos y un feliz año!

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    1. Sí, prácticamente tuve que rehacer las entradas de Muse y revalorar éste disco como se debía, pues en aquél entonces tenía cierto un prejuicio estúpido hacia esta banda. Tenemos básicamente la misma opinión sobre su discografia: los últimos tres gustan y son buenos, pero no le llegan a éste, Absolution o ni siquiera al Black Holes.
      Origin me gusta más porque es complejo pero a la vez accesible. Es el más arriesgado de sus discos , pero a la vez, no resulta excesivo como sí sucede con The Resistance.

      Felíz 2014!

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